Imagen cortesía de Cypherbits.
A pesar de considerársele como la opción número uno para la creación de proyectos blockchain, Ethereum (ETH) está comenzando a ser desplazada por la cadena de Bitcoin Cash (BCH) a medida que las instituciones continúan emitiendo tokens basados en la misma.
Actualmente, son muchas las empresas que se están sumando a la emisión de tokens utilizando el Simple Ledger Protocol (SLP), procedente de la cadena de BCH, que funciona de forma simplificada similar al ERC20 de ETH. En este sentido, a pesar de que el token carece de un sistema de “lógica compleja programada”, está anclado a la “seguridad de una sólida cadena de proof-of-work“, lo cual es suficiente.
La deficiencia de las redes tradicionales de contratos inteligentes, como ETH y EOS, y las ventajas que poseen las dos redes de Bitcoin es algo que también ayuda a las compañían a decidirse por esta opción. BTC, que goza de una profunda liquidez, junto con su amplia adopción, y BCH que proporciona gran variedad de herramientas en el portal de Bitcoin.com para los desarrolladores que están interesados en lanzar aplicaciones basadas en esa cadena.
Compañías como Toba Electric Bikes y Sideshift.ai basan la creación de sus tokens en SLP, como RSK en BTC. Sin embargo no todos los proyectos buscan emitir dapps y middleware en Bitcoin: algunos simplemente quieren capitalizar su seguridad y sus bloques marcados con el tiempo, que pueden usarse para anclar una serie de otras cadenas de bloques, como es el caso de Veriblock.
Si bien el reto mayor de BTC y BCH no es superar en utilidad a las otras redes, sí lo es convencer a las empresas que construir sobre una cadena de bloques no es sinónimo de contratos inteligentes. Para lograr esto empresas como IOV Labs, por ejemplo, se han encargado de generar un alcance global de BTC incorporando nuevas asociaciones en muchas regiones del mundo.
