En los últimos seis meses ha aumentado el número de mineros chinos que emigran a países como Vietnam, Camboya y Tailandia por los costos de electricidad y, hace algunos meses, han encontrado precios mucho más asequibles en Irán.
Según un informe, la tarifa de la electricidad en Irán ($0.006 kilovatio/hora de dólares estadounidenses) es mucho más económica que la de China ($0.04 dólares kilovatio/hora de dólares estadounidenses), por lo que muchos mineros, como Liu Feng, quien dirige una instalación minera en el país iraní, han optado emigrar por trabajo.
En una entrevista, Feng explica que el proceso de inmigración ha resultado mucho más difícil de lo que se planeó, gracias a los problemas fronterizos para transportar las máquinas mineras, de las cuales sólo 3,000 de 20,000 Antminer T9 han podido ser trasladadas; al cambio del contrato inicial de la compañía eléctrica, quien, sin previo acuerdo, duplicó el costo dos meses después, o las múltiples denuncias de los vecinos cercanos por el ruido de las instalaciones.
No obstante a lo anterior, los procedimientos de aceptación a las criptomonedas y minería en el país se están ampliando. En septiembre del año pasado, los funcionarios iraníes y el banco central reconocieron oficialmente a la minería de criptomonedas como industria. Asimismo, el presidente iraní mostró su apoyo a un proyecto que permitirá la creación de un parque industrial de computación. Sin embargo, por el momento, sólo en algunas zonas de Irán permiten la entrada y salida de mineros, en tanto se cumpla con las regulaciones y se esté libre de impuestos.