En el año 2009 nació Bitcoin. Un proyecto que prometía descentralizar la banca y el concepto del dinero concebido para el momento. Ya no serían los bancos los únicos capaces de crear una divisa con la que acceder a productos o servicios: ahora podía participar la tecnología y la comunidad en crear un proyecto capaz de desvincularse totalmente de los gobiernos existentes y tener a mano una divisa capaz de operar bajo las condiciones de mercado normales, sin sufrir inflación y controles excesivos por parte de un grupo de personas.
La promesa de Bitcoin se entreveía en su papel blanco, documento que explicaría la filosofía detrás del proyecto y su funcionamiento. Sería el documento que serviría como base para alcanzar los objetivos más importantes, que definieron el proyecto hasta hoy en día.
No fue hasta hace casi dos años que el proyecto de Bitcoin (BTC) sufrió una deformación total de sus ideales, luego de caer en manos de un grupo de desarrolladores que no conformaban ni tenían lazos con los creadores originales del proyecto. Los objetivos originales de Bitcoin fueron reescritos aprovechando el auge del momento en cuanto a su precio.
Las personas que ignoraban lo que sucedía solo se centraban en seguir generando ganancias a través de la especulación que mueve el precio de Bitcoin (BTC), apoyando cualquier propuesta que pareciese la oficial sin realmente serlo. El grupo de personas que tomaron el proyecto de Bitcoin (conocidos como Blockstream) lograron tomar el repositorio original del proyecto (Bitcoin Core) y alinear sus intereses personales al proyecto.
La historia de como tomaron control del repositorio original es un poco larga. Todo comienza cuando Satoshi Nakamoto deja las riendas del proyecto a Gavin Andresen, uno de los desarrolladores que más ayudó a mejorar e improvisar el proyecto de Bitcoin. A raíz de eso, Nakamoto decide abandonar el desarrollo y dejar todo en mano de la comunidad. En este instante Andresen era quien decidía quienes serían los desarrolladores que continuarían el proyecto de Bitcoin.
Poco después de la despedida de Nakamoto se unió a las filas Gregory Maxwell, desarrollador que participaba en la comunidad Cypherpunk en donde Satoshi Nakamoto presentó el proyecto originalmente. Unos meses luego de unirse al equipo, Maxwell robó el repositorio de Bitcoin (BTC) y comenzó a administrar el grupo de personas que trabajarían alrededor de Bitcoin. En este momento, Maxwell decide expulsar a Andresen sin razón alguna, desvirtuando todo lo que se había logrado hasta el momento y creando un equipo de personas que tuviesen ideas parecidas a la suya. Bitcoin ya no era un proyecto de la comunidad, se había convertido en un proyecto personal.
Una vez Maxwell tomó el poder del software original de Bitcoin (BTC), comenzó a hacer actualizaciones de la mano de su equipo para convertir a Bitcoin en una divisa inservible, que cobraría comisiones exorbitantes una vez la actividad del sistema fuese medianamente alta. Esto hizo que la moneda fuese inútil para transacciones diarias, limitando todo su potencial por codicia e ideologías totalmente erradas en términos económicos.
Luego de hacer inútil a Bitcoin como moneda de intercambio y publicitarlo como “oro digital”, Maxwell decide fundar Blockstream, empresa que prometía “solucionar” los problemas de Bitcoin con un sistema totalmente ajeno al original creado por Nakamoto.
Las personas no tardaron en darse cuenta que las soluciones planteadas por la empresa Blockstream no tenían fundamentos económicos lógicos y por ende no funcionarían de manera eficiente una vez millones de personas utilizaran la moneda.
Hoy en día Bitcoin tiene comisiones que van alrededor de $0.5 centavos a $2 dólares, alcanzando picos de $20 dólares por transacción en los momentos donde hay más actividad en su sistema.
Posterior al desastre creado por este grupo de desarrolladores inexpertos, Andresen y un grupo de personas con conocimiento técnico y económico crearon Bitcoin Cash (BCH), moneda que seguiría los planteamientos originales de Bitcoin y se enfocaría en ser dinero digital accesible para todas las personas del mundo. Bitcoin Cash actualmente tiene comisiones realmente bajas de $0.01 dólares por transacción, sin importar cuanta actividad haya en la cadena. El sistema pensado para BCH se basaría totalmente en la filosofía pautada por Satoshi Nakamoto, elevando y mejorando su funcionamiento en pro a ser el dinero en efectivo digital por excelencia.
Muchas personas que anteriormente apoyaban a Bitcoin (BTC) por ser una moneda para adquirir productos o servicios sin tener que solicitar ningún permiso a bancos o gobiernos se comenzaron a unir a la comunidad de Bitcoin Cash (BCH). Muchos desarrolladores que ya no podían participar en la creación de plataformas para Bitcoin (BTC) por sus limitaciones técnicas ahora formaban parte de Bitcoin Cash.
Hoy en día muchas personas atacan constantemente a la comunidad de BCH con excusas absurdas, sin darse cuenta que ellos realmente apoyan a una moneda con ideales totalmente ajenos al proyecto concebido originalmente. Es una ironía, ya que estos sujetos sufren los efectos de la deficiencia tecnología de Bitcoin (BTC) al pagar comisiones de $2-$20 dólares por transacción.
Si de verdad crees en una moneda capaz de descentralizar la economía y devolverle el poder a las personas, tú deberías apoyar a Bitcoin Cash (BCH). El fracaso de Bitcoin (BTC) está muy cerca, y entre más popularidad alcance la moneda, más difícil será operar en su sistema. Las personas no estarán de acuerdo en pagar $100 o $300 dólares por transacción una vez la cadena esté totalmente congestionada.
Bitcoin Cash es la moneda por excelencia que sigue los fundamentos original de Bitcoin planteados en el papel blanco, y que mantiene la descentralización como punto clave para su evolución a largo plazo.
¿Quieres conocer más sobre Bitcoin Cash? Entra aquí: https://www.bitcoincash.org/es/